jueves, 22 de noviembre de 2012

CUMPLE DE LUNA...Y VAN 7¡¡¡

Ese peazo de bellezón oriental que me acompaña desde los 10 meses de edad cumple hoy 7 años. Mi Luna lunera se va haciendo mayor y yo sin darme casi cuenta. Me encanta cuando se ríe y enseña el puente que ha quedado tras perder ambas palas. Por fin se asoma una de ellas, así que parece un conejico en proceso de muda dental. Me pirra cuando le da por ser amable con su hermano y se comporta como una mezcla entre madre-maestra-amigasuperenrollada. Me llena de ternura cuando por enésima vez, se va corriendo a toda prisa para esconderse una vez más en el mismo patio, en el mismo hueco y al pasar yo me da un berrido de SUSTOOOOOO. Se me hace el culo pepsicola cuando me dice..."mamá, ¿beso-abrazo?", manera resumida de pedir un beso y un abrazo, que teniendo en cuenta sus problemas de demostración de cariño es todo un logro. La quiero mucho. Pero mucho mucho. Es una campeona que busca su sitio, tímida y a veces eclipsada por el huracán Lorenzo. Y ya tiene siete años....uf.
Abrazos pa toas y toos
Mariajo

viernes, 9 de noviembre de 2012

Más bodas y más fiestas

Este final de año está siendo muy festivo. La hija de mi prima Pilar se casaba y ahí que fuimos, faltaría más. Una boda romántica y emocionante. Un placer disfrutarla. Y mis críos se lo pasaron rebien gracias a una pareja de animación que encarriló a la chiquillería de la mejor manera para que los papás pudiésemos disfrutar de la comida y la charla. Repasando las fotos salió esta que os adjunto. Ya veis que nos va la fiesta, madre e hijo en plenas risas. Ya me está preguntando que cuando vamos a otra boda....aunque teniendo en cuenta que también pregunta si San Lorenzo está cerca, queda claro que con 14 años a este no lo mantengo en casa ni atado a la pata de la cama. Herencia materna este gusto por los festejos....está claro jejejeje
Besicos
Mariajo

miércoles, 3 de octubre de 2012

De boda

El sábado día 8 de septiembre estuvimos de boda. Una boda especial porque hacía muuuchos años que no veía a la novia, hija de mi primo Guillermo. Ya sabéis, a veces las familias están tan cerca y tan lejos a la vez....
La cosa es que nos dió mucha alegría reencontrarnos y quedamos para un café con fotos a la vuelta de su luna de miel para ponernos al día. Luna y Lorenzo se lo pasaron rebien. Lorenzo se juntó con otro crío de su misma marcha y cuando nos ibamos, le pareció que era muy pronto. Y eso que la boda fue a las 12 en Zaragoza y nos ibamos pasadas las 10 de la noche. Pero a éste hijo mío la energía le desborda. Luna, en su línea, más comedida pero igualmente divertida. Os pongo fotos de mis críos con el guapo subido. Lorenzo con camisa parece un hombrecico.
En noviembre toca también boda. Pos ahí que iremos, faltaría más. Bodas, bautizos, comuniones...celebraciones felices. A esas hay que ir a todas, y cometemos el error de ir siempre, "por obligación" a los funerales. Tendríamos que hacerlo al revés ¿no?
Besicos
Mariajo

miércoles, 1 de agosto de 2012

Quererse

Hace unos días que hemos vuelto de pasar una semanita en la playa. Este año se lo han pasado pipa. Luna ya nada bastante suelta, y eso le da seguridad, y Lorenzo, aunque le falta un poco, también se ha sentido más cómodo en el mar, así qué las entradas al Mediterráneo han sido numerosas. El otro gran entretenimiento ha sido la arena. Chema calcula que han movido varios metros cúbicos entre castillos, murallas, torres y demás construcciones. Hasta hicimos la Sagrada Familia versión playera. Una tarde la dedicamos a ir a Barcelona, aprovechando que teníamos cita con un prestigioso médico, especialista en labio leporino. Visitamos La Pedrera porque Luna tiene un cuento, "el fantasma con asma" en el que salen las chimeneas de esta obra de Gaudí. Desde la azotea, entre las chimeneas se ve perfectamente la Sagrada Familia, así que luego copiarla en arena fue fácil. La visita al médico fue bien. Nos dijo que Lorenzo está bien operado, tiene buena movilidad del paladar pero le falta el suelo nasal y la columnela. A la espera de la visita en máxilofacial de la Seguridad Social, tenemos más o menos un año para decidir dónde operarlo para solucionar el problema. La impresión de este médico fue muy buena. Un hombre amable, dispuesto a explicar y que se nota que sabe de lo que habla. En fin, ya os iremos contando. Pero el título de la entrada es "quererse" y el real motivo por el que lo escribo es porque, pa variar, Lorenzo me ha sorprendido. Es la caña este crío mío. La cosa fué, que yendo camino a la playa, nos iba diciendo que nos quería a todos mucho: "quiero a papá, quiero a mamá, quiero a Luna...", hace una pausa y suelta: " y me quiero a mi mismo". Ole. Ahí está mi superviviente nato dando razones de porqué le es tan fácil adaptarse y ser feliz. Por que se quiere. Ole, ole y ole. Sigue así hijo, sigue así.
Feliz agosto¡¡¡
Mariajo

miércoles, 30 de mayo de 2012

Con el guapo subido

El día 6 Lorenzo cumple 6 años. Cuidadin que la fecha tiene su peligro...lo encontraron un 6 de septiembre envuelto en una toalla de flores en la estación de tren de Tianjin. Calcularon que tenía unos tres meses, así que le pusieron como fecha de nacimiento el 6-6-2006. Queridos...666, el número del diablo. Ahi lo dejo ;-)
La verdad es que el chaval es un crack. Tiene muy buen corazón, y esto me gusta especialmente. Cierto es que se mueve más que los precios y agota sólo verlo. La frase de quien lo conoce es típica: "¿en casa también está así?". Pozí, está así. Su padre dice que necesitaría vivir en un pueblo, con mucho campo para correr y mucha calle en la que estar trotando sin peligro. Le gusta el futbol, la bici y el patinete. La cosa es correr, da igual el medio o el por qué. Este mes de su cumpleaños también es el mes en el que cumplimos dos años desde su adopción. Fue un 28 de junio del 2010 la primera vez que nos vimos, y ciertamente, más fácil no nos lo ha podido poner. Es un superviviente nato que se adapta a lo que le toca vivir sin darle muchas vueltas. Un ejemplo a seguir. Ahora resulta que somos novios porque nos damos picos en los labios. Le parece lo más eso de los picos. Ya le he explicado que si yo soy su novia, sólo me los tiene que dar a mi, a ver si algún padre del colegio me pide explicaciones porque el niño anda dando besetes sin más ni más. Es muy muy cariñoso. De repente se te agarra a la pierna y te achucha, te abraza como un animal, con fuerza, como si no quisiera dejarte escapar. Ahora, con cierta perspectiva, me siento afortunada de estos hijetes que me han tocado en el juego de la vida. Esta mañana, Luna me pedía que les contara, camino a la escuela, el cuento del Sr. Wú, que no podía tener hijitos y adoptó uno. El Sr. Wú se unía a su hijo adoptivo con un hilo invisible. Y luego me preguntaba que dónde estaba el hilo que me une a ella y a Lorenzo. "Invisible Luna, es invisible, y mágico...fíjate que llegaba hasta China". El de Luna es de color rojo, el de Lorenzo, verde. Cada uno el suyo, por supuesto. Benditos hilos.
Os pongo una foto que le hizo Chema a Lorenzo el otro día, y que está de un guapo subido. Y mayor. Lo veo mayor....
Un besico
Mariajo

viernes, 17 de febrero de 2012

La madre que me parió

Este blog nació con la intención de escribir sobre Lorenzo, pero lo cierto es que se ha ido convirtiendo en una especie de libro de pensamientos donde caben todos, aunque es cierto que el tema estrella es la adopción, ser mamá, ser papá...Y ayer, haciendo empanadicos con mi madre, pensé que no había escrito sobre ella, sobre la madre que me parió. Enriqueta, que así se llama la susodicha, se acerca a la ochentena andando como un robot (esto lo dice Lorenzo). Su delicada salud de hierro le pasa factura cada día, soportando estóicamente dolores y una millonada de pastillas que toma con resignación. La cosa es que ayer me decía, que en sus clases, no se si de labor o de informática, que la mujer lo de estar parada no sabe hacerlo, una de sus compañeras comentaba que le resultaba imposible creer que se pudiera querer igual a un hijo biológico que a uno adoptado. Claro está, mi madre le contestó que, efectivamente igual del todo, y que cuando ella mira a sus nietos (por mis hijos) sólo ve a sus nietos y no piensa en quien los parió. Esa es mi madre. Con dos.
A veces la miro y siento cosquillas por dentro, como las de los enamorados. Enri, enterró a su madre siendo preadolescente, cuidó a su padre y hermanos como una mamá niña, menuda y delgada, formó su familia con mi padre (que merece capítulo aparte), nos crió a mi hermano y a mi, soportó la enfermedad de mi padre y su marcha, la enfermedad de mi hijo y su marcha, soporta el paro y todo lo que conlleva (circunstancial espero) de mi hermano, y soporta sus dolores y achaques. Y además, le da tiempo de hacer empanadicos conmigo. La edad se le nota en los ojos cansados, en la lágrima fácil...en que ya no puede amasar, pero prepara los ingredientes y los reparte con mano sabia. Mientras charlamos. Son pocos estos ratos, pero son preciosos.
Cuidado..a veces estallamos en bronca monumental, que las dos somos bravas. Pero cierto es, que como madre e hija nos perdonamos todo. Nos puede más el amor que nos une, ese que no se puede medir ni cortar, el incondicional, el que ella siente por mis hijos y por mi, y yo por ella.

miércoles, 1 de febrero de 2012

El gomet rojo.

La maestra de Lorenzo decidió hace un par de semanas poner en marcha un sistema que le ayudase a controlar a varios bestias pardas que tiene en clase, entre los que figura, como no podía ser de otra manera, nuestro Lorenzo. La idea es darles una carita verde, como un gomet, en los dos momentos claves de descontrol: la fila de entrada al cole y la asamblea en el aula. Si se portan bien, se mantiene el gomet, si se portan un poco mal, se les retira, y si se comportan como animales de bellota se ganan el rojo. Para motivarle, nos pidió que le ofreciéramos un premio al final de la semana. En nuestro caso, era arreglar la bici, que previamente se había cargado por subir y bajar a los bordillos como si llevase un todoterreno en lugar de una bicicleta. Bueno, pues funcionó. Increíblemente logró mantener el gomet verde en la asamblea, momento negro para el: todos sentados en el suelo y sin poder jugar,...un martirio. La alegría de su logro durante la semana se convirtió en felicitaciones, besotes, abrazos y el arreglo de la bici (aderezado con un par de ataques de celos de Luna, que lleva fatal los éxitos de su hermano). Pensamos su padre y yo que se había producido el milagro. Pero no. Esta semana llevamos dos retiradas de gomet verde y un gomet rojo. Traducido: mosqueo monumental y consiguiente reprimenda. Ando yo preocupada, no tanto por el gomet rojo, sino por la actitud de fondo: si hay premio, me esfuerzo, si no hay premio, que os den. Además, esta semana es especial. Lorenzo tenía la "mochila viajera", otro experimento de la maestra que consiste en una mochila con libros y las fotos de todos los niños del cole, para que durante esa semana lean y jueguen con la familia. Se complementa con la opción de ir los papás al cole a contar un cuento, actividad que hicimos el martes y que disfruté como un camello. Ser maestra de infantil tiene que ser duro de narices, pero ratos como los que viví el martes, valen realmente la pena. Lorenzo era protagonista, me ayudó a contar el cuento (los chivos chivones) y a cantar una canción (el barquito de papel, por supuesto), hablamos del nuevo año chino, de comer con palillos y de lo lejos que está China. Disfrutamos del momento, y pensé que sentirse tan especial era suficiente premio para lograr no cosechar gomets rojos durante la semana. Error. Lo cosechó. Así que ha salido del cole mustio, preveyendo la bronca que le iba a caer y luego se ha puesto chulo, porque su padre le ha obligado a acompañarle a hacer unos recados y eso de andar no le gusta nada, y menos si es para comprar o similares. En fin, que ando rayada de las trazas con las que se toma las cosas, del pasotismo si no hay regalo o premio y de la chulería cuando se le impone una tarea que no le gusta. En fin, supongo que cada uno es como es y que todavía estamos adaptándonos, pero me preocupa su falta de disciplina y el que no pueda parar quieto. Es capaz de aprender, hace todo rápido, pero pone nervioso al más pintao...su maestra....una santa.
¿cambiará?...o es una ilusión que todos los padres nos hacemos¿?
Le he dicho que si saca dos verdes entre el jueves y el viernes, el domingo iremos al cumple de Jorge, su primo, y le dejaré jugar con los mayores. Ahora no sé si he hecho bien. Si el premio sobra y cómo transmitirle que hay que portarse bien porque es lo correcto y no porque obtenga al final algo.
¿os he dicho lo difícil que es educar a un niño?
:-)))))

jueves, 26 de enero de 2012

Sobreviviendo a la Navidad


A estas alturas casi se nos ha olvidado, pero no hace tanto que fué Navidad. Respecto al año pasado han habido cambios importantes. Recuerdo que Lorenzo en su primer Navidad estuvo en permanente estado de alucine. Era tanta la información que el pobre no daba a basto, pero como buen superviviente que es, se adaptaba a lo que había sin más. El día de Reyes, abrió un paquete en el que había una peonza, y ya no abrió más. Hubo que explicarle que aquel montón de paquetes era también para el. Este año la cosa ha sido muy distinta. Mientras Luna no pedía nada en especial, y hasta costó que señalara algo en los folletos de juguetes, Lorenzo los tenía requeterallujeados. Para Luna, supongo, era un hecho que los Reyes traerían regalos, y bueno, teniendo de todo, ¿qué mas pedir? Pero para Lorenzo ahora estaba claro que esta vez no dejaría al azar su lista de regalos, esta vez tocaba pedir. El enorme inventario incluía todo tipo de mounstruos y superheróes, barcos pirata, caballeros, castillos, espadas, lanzas y armamento variado. Para mi tranquilidad, también señaló algún puzzle. Luna por su lado, y tras cierta insistencia, señaló todo aquello que fuese de color rosa, exceptuando los muñecos bebé y sus complementos, cocinitas o electrodomésticos de juguete. De eso, nada de nada. Ah, bueno, y las famosas Monster High, que también le encantan. Barbie, Winx y disfraces de princesa, un micrófono y patines, rosas, claro está. Mi niña se orienta más hacia una Paris Hilton que hacia una abnegada ama de casa, eso lo tengo claro. Les pedí que escribieran sus cartas. Lorenzo evidentemente hizo lo que pudo, en 3º de infantil no se escribe, y Luna, que ya escribe algo, confío en que el pájaro pinzón ya sabia sus preferencias y resumió su petición en "espero que me traigais regalitos". El día en cuestión se lo pasaron pipa, y nosotros con ellos. La Navidad, toda ella es un invento para los niños, para los mayores, al menos para mi, es una mezcla de melancolía y ternura. No me disgusta, pero tampoco me gusta. Me alegra vivirla con mis niños, pero hecho de menos a los que no están.
La cosa es que los críos estuvieron bien, entre guirigay, paseos, comidas, primos, yayos...pasó la segunda Navidad de Lorenzo y la sexta de Luna.
Os pongo una foto de los críos y las cartas...tre-men-das.
Besos
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