Hola holita, escribo tarde porque hoy se nos han hecho las mil por ahí. Por la mañana los padres de las tres familias han marchado al Ministerio de Asuntos Exteriores a hacer papeles, y las madres y los niños nos hemos quedado en el hotel. Luego tocaba visita a la villa olímpica…pero poco, y digo poco porque simplemente hemos estado por los alrededores, cuatro fotos, mucho calor y a comer.
Después de una buena siesta los Usieto-Barlés hemos cogido un taxi que nos ha llevado a la calle comercial. Chema quería comprar libros, y cuando vinimos a buscar a Luna localizamos una librería tremenda. Aunque en muchas cosas los precios los notamos bastante más caros que hace 4 años, los libros siguen siendo muy baratos. Las fieras se han portado medio bien, no obstante, en la librería he tenido que enganchar a Lorenzo antes de que se subiese por la escalera mecánica, en realidad, por el espacio que quedaba entre la escalera mecánica y la pared. Me he dado un golpe en el brazo elegante en la maniobra y le ha caído un chorreo al pobre (y de rebote a Luna), que me miraba con la total certeza de que estaba muy cabreada. Eso lo ha dejado un rato tranquilo.
A la vuelta no ha habido forma de encontrar taxi, así que nos ha parado un carricoche…una moto con un asiento detrás y ahí nos hemos montado, viendo que eran las 10 y cuarto de la noche y los críos estaban cansados. Chema, encantado, Lorenzo, más, Luna se lo ha pasado pipa y yo..yo hacía tiempo que no pasaba tanto miedo. Eso si, por suerte no había excesivo tráfico y era agradable eso de que te de el aire en la cara y ver la ciudad desde esa óptica, pero una y no más. En el bus de vuelta al hotel después de comer hemos estado cantando canciones, Lorenzo entona muy bien y nos ha cantado una típica de niños de aquí, Mama Hao. También nos ha cantado la de la vieja factoría ia ia oooo, y en el carricoche hemos entonado esta última….la conductora flipaba. Cuando cogía un bache, aquello botaba que no veas, y Lorenzo casi daba palmas el tío. Que le va la marcha, pero mucha. Este nos va a arruinar en las ferias.
De la relación fraternal..pos bueno, a ratos. A Luna le cuesta muuucho eso de que su hermano a) sea una bestia parda, b) se le pegue tanto, c) le coja de la mano. Esto último ha generado una bronca mañanera tremenda, porque no le da la gana de darle la mano. Eso si, se la da a las otras niñas, a la guía y a quien sea, así que boicot: mamá no te da la mano hasta que tú no se la des un ratito a Lorenzo. Después de 20 minutos de lloros, ha consentido, y el otro, que no daba crédito, encantado. Esta tarde se la ha vuelto a dar sin demasiada insistencia, así que vemos avances. Encima es que la cosa tiene su gracia, a la hora de hacer el tonto, ella inicia, pero él se pasa y claro, al final el rapapolvo es para Lorenzo, que no sabe parar. En fin, estos días nos vienen muy bien para ir cogiendo la medida a cada uno en esta nueva relación. Nadie dijo que fuese fácil, pero la verdad es que, de momento, los críos se están portando.
Os dejo, que mañana nos toca Consulado, con niños incluidos y Palacio de Verano.
Un besote enorme a todos
Mariajo
