Esta vez para variar, le toca a Luna ser la protagonista. Mi bellezón oriental ha cumplido 5 años el lunes 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, patrona de los músicos. Como bien sabéis esto del cumpleaños en nuestro caso es siempre aproximado. Se supone que cuando encontraron a Luna en las cercanías de una comisaría de policia, tenía aproximadamente 5 días de vida. Así que en los papeles pone que nació un 22 de noviembre. Sólo su madre biológica sabe si es así o no. Pero el caso es que esta preciosidad nació para que dos padres españoles la cuidaran y la quisieran como un verdadero club de fans: incondicionalmente. Y así la queremos. Como se quiere a los hijos, sin más. Luna lunera nos devolvió la alegría, nos enfrentó de nuevo a ser papás...tengo grabado el momento en la habitación del hotel, justo después de que nos la entregaran, en el que Chema le dió su primer biberón. Me miró y me dijo "es la primera vez que vuelvo a dar un biberón desde Lucas", a los dos se nos escapó una lagrimita, pero ahí quedó. Lucas nos hizo fuertes y nos regaló ese momento maravilloso. No había que estropearlo con tristeza, sino disfrutarlo como un regalo de la vida. Y ahora, casi 5 años después, la seguimos disfrutando. Con su genio, sus inseguridades, su risa, su imaginación, su look total en rosa (pese lo que pese a la mamá) su ternura con su hermano, y su mala leche con su hermano, que de todo hay. Ahora me da besos y me dice que me quiere y se me hace el culo pepsicola. Tengo la sensación de que siempre será más vulnerable que su hermano, aunque está todo por ver. De momento, pasa de jugar a los gatitos con él a no tolerar que se le siente al lado. Adaptación en estado puro.
Mi Luna lunera fue el bálsamo que atenuó la inmensa pena de perder a Lucas. Que nos lo devolvió hecho ángel, feliz y libre de enfermedad, que nos puso los pies en la tierra y el alma en China. Mi Luna lunera me enciende una sonrisa cada mañana.
