jueves, 30 de septiembre de 2010

30 de septiembre


El 30 de septiembre tiene recuerdos encontrados para mi. Tal día como hoy, hace 10 años, mi padre se rendía y decidía irse con los angelitos de Machín. No es una broma macabra. Es que durante su enfermedad me lo dijo....así, tal cual.... "me da que pronto me iré con los angelitos de Machín". Los que tuvisteis la suerte de conocerle recordaréis su sentido del humor, su elegancia y su cultura. Pese a no haber estudiado, el ser un ávido lector le dió más conocimientos que los que muchos, tras pasar por facultades y escuelas, podrían soñar. Durante su último año tejimos una relación intensísima. Yo sabía que su tiempo se acababa, y me dediqué a grabarle sin que lo supiera. Es curioso, pero no he tenido valor para oir esas grabaciones todavía. Todavía oigo su voz en sueños. Todavía lo hecho de menos. Hubiese alucinado con sus nietos. Hubiese sufrido con Lucas. En fin, no quiero ponerme triste porque mi padre era un hombre alegre y mantuvo esa alegría incluso en la silla de ruedas y sin poderse cantear. Anda que no me he reido yo con mi padre. A carcajadas. Y ahora, cuando estoy en el mar o me como una bolsa de pipas, o veo una peli de la 2ª guerra mundial...lo recuerdo nítidamente y pienso en la suerte que tuve de tener un padre así.

Pero os decía que esta fecha tiene cara y cruz. Resulta que también fue un 30 de septiembre el día en el que llegábamos a España con Luna hace 4 años. Mi niña tenía 10 meses y nos esperaba un comité de bienvenida con pancarta y todo. Yo busqué la cara de mi madre en cuanto pisamos el andén. Quería saber cómo encajaba esa coincidencia de fechas. Aquí entra mi vena mística o como la queráis llamar. A mi me gusta creer que no son coincidencias. Suelo ver "señales" como las llamo...de mis ángeles...que claro, son mi padre y mi hijo. Para mi fué una señal el hecho de que el mismo día en distintos años mi padre nos dejara y llegase Luna. También lo fue el hecho de que la carta de aprobación de Lorenzo llegase un 7 de mayo, el mismo día en el que Lucas hubiese cumplido años, y lo fué que el certificado de idoneidad para adoptar a Lorenzo tenga fecha del 10 de agosto. Alguno pensaréis que son coincidencias. Vale. Pero a mi me gusta pensar que mis ángeles me hacen guiños desde el otro lado.

Mi madre estaba aquel 30 de septiembre nerviosa. Le trajo un abriguito a Luna y la cogió enseguida. Había una mezcla de tristeza y alegría...aunque creo que le podía la tristeza de no poder compartir con mi padre ese momento.

Hoy Luna no ha ido al cole. Ayer vomitó, pero ya está bien. Antes de dormir le explicaba lo importante que para nosotros es esta fecha, lo asustada que estaba cuando llegamos a la estación y vió semejante despliegue. ¿Y por qué estaba asustada? me pregunta. Pues porque no conocías a nadie. Y le digo que estaban todos, los tíos, los primos, los yayos, los amigos...y los voy nombrando. Sonríe y me la comería a besos. Cuando oigo que a un hijo adoptado no se le puede querer igual que a uno biológico pienso en la ignorancia que hay detrás de semejante afirmación. Doy gracias a Dios por haberme dado la suficiente sesera como para dar los pasos necesarios para buscar a mis hijos de esta manera. No sé qué nos deparará el futuro. Si llegará el momento en que renegarán de mi o me acusarán de no ser su "verdadera" madre. Pero os aseguro que nunca dejaré de quererlos, porque YO soy su verdadera madre.

Besitos

Mariajo

jueves, 23 de septiembre de 2010

El dragón se despierta

Bueno chicos...parezco la Piquer con su baúl. Acabo de volver de Oviedo. Teniendo en cuenta que me fui ayer, dia 22 y he vuelto hoy, 23, la cosa tiene su aquel. Otro Congreso. Duraba hasta el 24, pero como me tocaba hablar hoy por la mañana, he cogido un bus y me he vuelto. Luna dormía plácidamente, pero Lorenzo no. Chema me ha venido a buscar a Zaragoza. Después de 7 horas de autobús se lo he agradecido mucho y eso que he ido en uno de esos de a todo lujo, con reposapies y conexión wifi. Pero 7 horas. El caso es que Lorenzo no se ha dormido hasta que nos ha visto a ambos dos. Mi madre le decía que estuviese tranquilo, pero amigos... eso de haber perdido una familia, por muy de acogida que sea, es muy duro, y el tío no se fía. Así que se ha alegrado mucho al vernos, a su manera. Le cuesta exteriorizarlo, pero se le nota el alivio en los ojillos. Al momento, dormía como un tronco. Pongo en el título que el dragón se despierta, porque el chavalote está empezando a montar chotos por tontadas. Vamos, como todos los críos. Hoy le ha montado uno a su padre porque al salir del cole no le había llevado la peonza. Y ayer, tuvo que ir a buscarlo al cole porque lloraba por dolor de muelas, pero nada más salir, le pidió de nuevo la peonza (menudo éxito con el juguetico, oyes) y tan pancho. Es verdad que tiene infección en una muela, en realidad, tiene una boca llena de caries y agujeros que hay que recomponer...pero por lo visto, como es más listo que el hambre, se ha aprendido que llorar por eso es un buen método para que le hagamos caso.
El lunes estuvimos en atención temprana. Solicitamos una evaluación para ver si necesita logopeda o algún tipo de apoyo. A falta de que le vea la logopeda, que estaba de vacaciones, la psicóloga simplemente nos felicitó. Lo vió estupendo, casi demasiado estupendo, y nos dijo que harían seguimiento pero que ahora mismo estaba tan bien, que para qué hacer nada. Nos dijo que lo veía muy espabilado....no sabe cuanto :-)
El martes que viene nos toca la primera visita a maxilofacial, en el Servet. Está claro que este hospital nos persigue...aunque esta vez, como pasó con Luna, entramos con otro talante, eso si, es inevitable recordar el año que vivimos allí con Lucas. Al mes siguiente, traumatólogo, que esa pierna izquierda está mal dibujada, aunque a Lorenzo le da igual...corre el puñetero que se las pela, con pierna chunga y todo.
Os iremos informando de cómo va el dragoncillo. Y por cierto, Luna, está estupenda, la veo muy muy mayor, más independiente...en fin, distinta. Hoy me contaba Chema que han jugado a médicos con los muñecos. Se cambiaban los papeles, a ratos Luna era la mamá y Lorenzo el médico, y a ratos al revés, y lo mejor, el fonendoscopio (no sé si se escribe así)...para oir el "corasón"....pa comérselos.
Ale, me voy a dormir que mañana toca clase y tanto bus cansa.
Un besico
Mariajo

domingo, 19 de septiembre de 2010

3 días sin mamá





Es la primera vez que estoy tanto tiempo sin mis críos. Trabajo obliga. Un Congreso en Granada. Suena bien, pero a mi me ha generado cierta angustia. No sabía cómo iban a reaccionar. Con Luna era más previsible que no habría problema. El año pasado la dejamos un fin de semana en casa de los yayos. Entonces el Congreso era en París, así que Chema me acompañó. Lu se portó de cine entonces, y ahora, también. Pero Lorenzo es otro cantar. Sólo nos conocemos hace tres meses. A ver si va a pensar que me voy a largar para no volver. Al fin y al cabo, eso le pasó con su madre de acogida....y en estas andaba yo pensando y dándole vueltas. Por otro lado, el viaje no era optativo. Había que ir, y no era cuestión de arrear con marido y dos hijos, más cuando ya hay colegio y estamos trabajando la adaptación de Lorenzo a semejante bofetada de realidad, caras nuevas y esfuerzos de comunicación. Así que tratamos de explicarle el día de antes lo que iba a pasar, y llegado el momento, el chavalote se aguantó como pudo las lágrimas, mientras yo le repetía una y mil veces con la sonrisa en la boca, que mamá se iba a trabajar y que a la vuelta les traería un regalito. ¿Qué te apetece?...."abanico" me suelta...pos un abanico, faltaría más. Finalmente cayó abanico para ambos dos, traje de gitana con zapatos incluidos para Lu y camiseta del torito de osborne y peonza para Lorenzo.

En el tren pensaba que era bueno que Lorenzo sintiera cierta angustia. Es una prueba más de que le voy cayendo bien. Cuando llamaba a Chema me contaba que Lorenzo preguntaba por mi, y Luna menos, pero también. Estos días de padre soltero los ha solventado estupendamente. Por suerte está de baja "maternal" (en este caso, paternal). Ahora me toca otro Congreso en Oviedo, pero esta vez me pego la paliza y sólo faltaré una noche. No tengo ninguno más en todo el curso (yupiiii). Nos reíamos con Javier, compañero de trabajo y de viaje a Granada, porque de las 7 horas que estuvimos viajando a la ida, el 90% de la conversación versó sobre sus hijas y mis hijos. Vamos, que lo del chollo de ir a Granada...no lo veíamos claro ninguno de los dos. Nos pilla mayores esto de los congresos.

Os pego una foto de la pareja vestida con los regalos. Curiosa fusión andaluzachinorri.
Besicos

Mariajo

viernes, 10 de septiembre de 2010

Y por fin...lloró

¡Qué difícil esto de empezar con un niño de 4 años! En el post anterior os hablaba de que Lorenzo no había llorado el primer día de cole, pero sí lo hizo el segundo. Fue sorprendente y muy intenso. Venía contento, sin problema, como el primer día, pero al ponerse en la fila, me bajo para ponerme a la altura de sus ojos (esto es importante para establecer contacto visual), veo que se le van llenando de lágrimas y por fin rompe a llorar pero sin demasiado ruido, con la cara triste, compungido sin exageración, con sentimiento. En ese momento siento una intensa pena por él, y al mismo tiempo alegría porque lo interpreto como una señal de acercamiento. Le explicamos que volveremos a por él después de comer, que no se preocupe, y parece que se queda más tranquilo. Cuando arranca el trenecito de niños, los sigue sin montar ningún numerito. Luego nos cuenta a su manera que ha llorado con Eva, su maestra...que decía "mamá, papá",y claro, Chema y yo sentimos cierto alivio al oirlo, y al mismo tiempo penica por su mal rato. Eva nos dice que está alucinada con él. Se hace entender, participa en todo lo que planifica y únicamente se escaquea cuando cuenta cuentos. Como todavía no entiende bien el idioma se cansa, y siguiendo su carácter de polvorilla, le cuesta que permanezca sentado. Las del comedor flipan igualmente. Come bien, casi todo solo y se porta bastante bien. Parece que la primera semana está encarrilada. Eso si, es tal terremoto que va dejando danmificados por las esquinas, la primera su hermana. Ayer entré en cólera cuando, con la bici, atropello a un grupo de 5 niñas. Una de las más pequeñas se cayó y el manillar le quedó a un centímetro de la cabeza. Pa matarlo. No se mira, va como un loco, así que la bici ha quedado clausurada hasta nueva orden. Le costó un buen lloro, pero de alguna manera hay que dejarle claro que debe tener un mínimo de cuidado. Las niñas llevaban buen rato jugando en un mismo lugar...pero Lorenzo ni las vió, ni atendió a mis gritos de "frena frena" "can can" (mira mira, en chino) y fotoplónnnnnnnn. Follón de lloros, madres, gritos. Lo dicho, pa matarlo. Menos mal que tenemos seguro a terceros.....menos mal.
Besicos
Mariajo

martes, 7 de septiembre de 2010

Primer día de colegio


Un día intenso este de la vuelta al cole. Para Luna, un paseo...un poco de timidez al ver de nuevo a los compañeros, pero en minutos se unía a la fila y para la clase. Se ha hecho grande mi chica.

Lorenzo era el gran protagonista. Ha desayunado como siempre y se ha plantado la mochila que eligió, una de coches. Al llegar al cole, dedo en la boca y seriedad. Seguía a su hermana, pero ya le habíamos dicho que tenía que ir a otra clase y que se verían en el recreo. Asombrosamente, cuando su fila se ha puesto en marcha, se ha enganchado a una niña haciendo el tren, y ha seguido detrás sin mirarnos ni a su padre ni a mi.
Enseguida nos han dejado subir para dejar las bolsas con las fichas y el material. Lorenzo ya estaba jugando con un garaje y unos coches, moviéndose rápido entre los otros niños. Sólo ha llorado una niña, se notaba en alguno un gesto serio, pero no ha habido grandes dramas. Nos hemos despedido de él rápido. Chema le ha vuelto a explicar que se quedaba con Eva, su maestra, y que después de comer lo iríamos a buscar a él y a Luna. Ha asentido con la cabeza y fin del episodio.

Hemos estado en casa, pendientes del teléfono por si había crisis, pero nada. A las 14.30 tocaba recogerlos. Lu estaba en el recreo, feliz como una perdiz y en cuanto nos ha visto ha acudido divertida. Lorenzo estaba en el arenero, un pequeño recreo que tienen para los más pequeños con columpios y triciclos. Nos ha visto y ha sonreido un poco, pero ha seguido montándose en todo lo que tuviese ruedas. Le hemos dejado un poco mientras charlábamos con las cuidadoras del comedor. Todo bien, come, se sienta y se comporta. Vamos, una joya. De vuelta a casa un buen rato de columpios, luego construcciones en casa, merienda, patinete....como si nada. En la cena, nos explicaba lo que había comido. Aquí jugábamos con ventaja porque Luna nos lo había explicado: arroz con tomate, salchichas con lechuga y helado de chocolate. Desde luego, un chollo de crío. Y aquí viene mi reflexión.

En realidad, no sufre excesivamente porque todavía nos somos su padre y su madre, con mayúsculas. El vínculo materno-paterno-filial se construye muy poco a poco, y como Lorenzo es modalidad teflón (estoy ya os lo conté en otra entrada), ese vínculo es todavía muy débil.
Para qué llorar si paso de unos cuidadores (que ya empiezan a ser mi referencia) a otros...igual los primeros no son los definitivos...tal vez nunca haya definitivos, así que me ahorro las lágrimas, no sirven para nada....

No se me olvida que estuvo con otra familia la mitad de su vida...y esa familia, que lo trataba bien y lo quería, se volatilizó, ¿qué le asegura que nosotros sí somos los definitivos?. Nadie. Así que mi chico muestra una gran inteligencia comportándose así. A nosotros nos facilita mucho la vida, cierto, pero también nos preocupa no lograr engordar el hilo rojo que nos une a él.

Cuando empezaron los problemas con Luna, el psicólogo, padre de una niña adoptada, nos decía que el primer día que acompañó a su hija al colegio y vió cómo se iba de la mano de la profesora sin mirar atrás, fue consciente de que todavía no era su padre, de que el apego padre-hija tenía que trabajarlo. Y la única receta para esto es fácil y dificil a la vez: dedicarles mucho tiempo y amor incondicional. Leía el otro día un libro que me pasó mi primo Guillermo sobre adopción, que los padres adoptivos tenemos que convertirnos en el presidente del club de fans de nuestros hijos. Y es cierto. Si no, nunca se creerán que somos sus padres verdaderos.

Otro día os contaré la factura que pasa a nuestros hijos adoptados el abandono por parte de los padres biológicos...un temazo.

De momento, vayan un par de fotos de este primer día de cole. Lorenzo serio, justo antes de entrar y mis dos hijetes con Chema justo después de salir.
Un besico naranja
Mariajo

domingo, 5 de septiembre de 2010

Las fotos

sábado, 4 de septiembre de 2010

El final del verano...llegó

Gracias a Dios, diría yo :-) Os cuento: hemos estado una semana en Málaga chupando playa como corresponde a una familia media española con dos críos de 4 años. Lo de irnos tan lejos responde a dos motivos, el primero, visitar a nuestros compañeros de adopción Antonio y Josefi, con los que compartimos emociones y buenos ratos en la primera visita a China. Nosotros volvimos con Luna y ellos con Celeste. Luego, como no es raro que ocurra, Josefi se quedó embarazada. Después de casi 4 años nos volvimos a ver y fue un verdadero gustazo comprobar lo preciosa que está Celeste, conocer a Héctor, el pequeño de la familia y charrar con Antonio y Josefi. Nos hemos prometido no tardar tanto en volver a vernos, a ver si lo conseguimos.
El segundo motivo fue el azar. Nos tocó Málaga en el sorteo de intercambio de vacaciones que hace la universidad. Eso supone alojamiento gratis en un Colegio Mayor, y la verdad es que estuvimos muy bien. Los críos asilvestrados, eso si. Tanto coche y tanta playa los puso a mil, pero hemos sobrevivido. Además, nada mas llegar, tuvimos que visitar el materno-infantil de Málaga porque Lorenzo tenía un oido por el que le salía literalmente moco...vamos, una otitis en toda regla. Eso supuso que los baños en la playa fueran con tapones y vigilando que no metiera la cabeza. Más o menos lo conseguimos, que aunque es un cabra loca, lo de meterse solo en el mar, pues como que no. Le va mas lo de acarrear arena. A ratos jugaron mucho con Luna. Eso de la construcción con cubo y pala une, mira por donde. Lo cierto es que ellos en la playa disfrutaron como enanos, lo de las visitas a la catedral, la alcazaba o el museo Picasso lo llevaron peor.
Ahora toca vuelta-comienzo de cole. Ya hemos conocido a la maestra de Lorenzo y nos ha dado muy buena impresión. Mientras hablábamos con ella, Luna y Lorenzo jugaron en la clase con todos los juguetes que había por ahí, así que ya tuvo clara la primera impresión, "el niño es movido", "no sabes cuanto" le dijimos. A ratos, agotador. El duo dinámico. Luna rozando lo insoportable, moñas perdida, caprichosa y llorona, por suerte no a full time, pero cuando le da, le da fuerte. Lorenzo pregunta por qué TODO EL RATO, lo que resulta gracioso, porque la mitad de las veces no puede entender el por qué, ni por edad, ni por conocimiento del idioma. Claro, de gracioso pasa a ser desquiciante. Y no para. Ayer estuvimos comprándoles equipamiento para el cole y en las tiendas es una verdadera cruzada lograr que se medio comporte, y encima su hermana, que siempre se ha portado bastante bien en estas lides, como mujer que es, ahora lo imita y terminamos su padre y yo catatónicos. En fin, ahora entendéis que ponga eso de que el final del verano llegó....gracias a Dios. Tenemos ganas de cole, pa que mentir. Y miedo de cómo se lo tomará Lorenzo. Creemos que bien, pero es una caja de sorpresas, todo es posible.
El jueves empezó a recordar chino. Conseguimos que la mujer del dueño de un restaurante chino se quede con él un par de horas a la semana. La idea es que no pierda el idioma. Bueno, pues nuestro dragón no le dice ni mú en chino. Nada de nada. Le contesta en español, si sabe, y si no, con gestos. Supongo que en su cabeza será difícil encajar esta vuelta a sus orígenes..."si estoy en España y queréis que hable español, ¿a qué viene ahora esto de volver al chino"...Difícil explicarle que es bueno que no pierda su idioma materno, que eso le permitirá si lo desea, volver a China cuando sea mayor y entender su historia de mejor manera, algo que a Luna le será más difícil, por mucho que vaya a clases de chino.
Bueno...ya os iré contando cómo va la semana con la vuelta al cole. Prometo fotos, a ver si Chema me las pasa, que el que lleva imagen y sonido en casa es el.
Un besico a todos y feliz vuelta a la normalidad.