martes, 30 de agosto de 2011

Las fotos sanlorenceras








San Lorenzo 2011

Los que nos conoceís sabéis que somos sanlorencistas de pro. Nos gustan las Fiestas del pueblo, oyes, y a mucha honra. Nos hacemos de peña (Alegria Laurentina, para más datos), vamos de blanco y verde los 7 días de fiesta, no nos perdemos los Danzantes, procesiones, teatros, ferias...lo que nos echen. Lo pasamos bien y nos gusta que nuestros hijetes se empapen de faterio del bueno.
Este era el segundo San Lorenzo del dragón de Tianjin. El primero casi no cuenta; el pobre llevaba un mes en España y debió pensar que había venido al país del cachondeo y la juerga. Esta vez se ha ido enterando de algo más. Lo de los Danzantes le va. Eso de que bailen con espadas le parece lo más. Aguantó los dances en primera fila sin perder ripio. Luego los imitaba en casa con dos botellas de agua. Ah, y de mayor quiere ser Danzante. Teniendo en cuenta que también quiere ser bombero, médico de huesos, maestro, futbolísta, caballero y monopatinero, no me preocupa demasiado que se fruste cuando vea que de todo ese listado, lo de danzante y caballero es lo único que no podrá ser. Eso sí, lo más de lo más, las ferias. Se ponía a cien mil, sudaba como un toro, vamos, se le salía el corazón por la boca. No daba a vasto. Meterle en la cabeza que no podía montarse en todo porque nos iba a arruinar fue difícil. Luna, parecida, no os penséis. Pero como siempre, el que sea más calmada ayuda. Lo mejor fue el día 15. Suelo salir en la procesión de ofrenda de flores y frutos al Santo. Dejé de hacerlo cuando murió Lucas, fundamentalmente porque Lucas murió precisamente un 15 de agosto, así que me tiré algún tiempo bastante mosqueada con San Lorenzo. Le había pedido tantas veces que me ayudara, que llevárselo el último día de Fiestas me pareció una broma macabra. Con el tiempo me fuí dando cuenta de que cabrearse con un Santo era una estupidez, primero porque no podía gritarle en la cara mi cabreo a una figura inanimada, y segundo, porque San Lorenzo no es Dios, así que mi enfado era con un superior, al que tampoco puedo pedirle explicaciones hasta que me muera. Y la verdad es que San Lorenzo me ha regalado muy buenos momentos durante muchos años. Firme las paces con el Santo y su Superior el día que me entregaron a Luna. Mi pequeña y bella bomba de nitroglicerina. Y me reafirmé en el tratado de paz cuando Lorenzo llegó a nuestras vidas. "Cuidao que le voy a poner Lorenzo" le dije al Santo, "hazme el favor de no ponerme demasiadas zancadillas en esta ocasión ¿vale?". El primer San Lorenzo de mi chico, preferí no ir a la ofrenda. Me pareció un exceso para Lorenzo, recién llegado, plantarle un ramo en las manos y hacerle andar por una calle todo formal. Pero este año me arriesgué. No lo llevé con traje regional, sino de peñista. Blanco y verde impoluto, pañoleta y escudo de la peña. Luna y yo, como casi todos los años de oliveras. Lu llevaba albahaca y margaritas naranjas (es un guiño a una buena amiga que ya está con Dios y que era pura energía naranja) y Lorenzo, cesta de melocotones. Bien. La cesta la terminé llevando yo, Lorenzo llevaba un botellin de agua que casi se convierte en batido de las vueltas que le dió. Preguntó 6 millones de veces que cuando llegábamos, y eso que el paseo duró 15 minutos, porque preveyendo la reacción del susodicho, pedí ponerme delante del todo. Vamos, que casi abríamos la procesión. Pese a todo, aguantó formal, no corrió ni hizo el cafre, y le mando un besito al busto de San Lorenzo y todo cuando dejamos la ofrenda. Luna, como podéis suponer, desfiló divinamente con su ramo sin un pero en todo el camino. Va pa modelo la niña.
El caso es que la experiencia fue muy buena. Los dos lo pasaron realmente bien en las fiestas, disfrutaron de los amigos, de la calle, del ambiente, del blanco y verde.
Os pongo dos fotos, una de los protagonistas, flor en mano, justo antes de ir al cementerio a ponerle esas dos flores en la lápida de Lucas y la consiguiente albahaca y pañoleta, y la otra, foto familiar al terminar la ofrenda, para que veáis lo guapos que estábamos.
Besicos
Mariajo

lunes, 29 de agosto de 2011

Verano finiquitao

Hace mucho que no escribía, y aunque cueste creerlo, no he tenido un momento. Estoy exhausta. Pa qué mentir. Reventadicaaaaaaaa. Vaya veranito de madre 24 horas. El verano pasado me resultó más llevadero. El pobre Lorenzo recién llegado poco podía hacer más que moverse y parlotear raro, Luna tenía celos, pero jugaba con ventaja, a ella si que la entendíamos cuando nos hablaba. Además, Chema estaba de baja maternal, así que el trabajo, repartido, era menos trabajo. Pero este veranito...este ha sido tela marinera. Me dió penica y sólo contraté colonias urbanas para mis semigemelos hasta la semana en la que terminaba el curso lectivo en la universidad, la del 11 de julio. Pensé que habría tiempo para todo, trabajaría un poco en casa varios artículos pendientes, limpiaría la cocina, iríamos a la piscina.....Pos no. Ni de coña. Lo de la pisci, por supuesto, pero el resto...bueno, la cocina está a mitad....pero de los artículos, ni una línea. Evidentemente he caído en el error de la madre novata (parece mentira), pero claro, a mi se me debió olvidar que mis dos críos tienen 5 años, que llevo un año de madre de "gemelos" y que ahora Lorenzito parlotea bastante bien y Luna fabrica celos, que si se los pagaran a euro el kilo viviríamos en el centro de Manhattan. Más bien he ejercido de casco azul de la ONU entre los hermanos, con algún que otro ataque de nervios entre medio. Los celos son LO PEOR. Ya sé que es normal, nada grave, que puede que se pase...o no, pero que es algo totalmente común. Vale, pero yo lo llevo mal. Y Chema...peor que yo. No os digo más que el primer día de la semana de vacaciones en la playa, Chema se quería volver. Se generó tal caos, supongo en parte que por los nervios del viaje, llegar al hotel, la playa, todo nuevo, que desestabilizó al ser más estable que conozco: mi señor marido. Por suerte, finalmente reinó cierta paz entre los periodos de guerra, y yo creo que, en general, lo pasamos bien. A los 15 días aterrizamos en San Lorenzo, prueba superada...Prometo sendas entradas con las vacaciones de la playa y San Lorenzo. Ah, y se me olvidaba: 4 días en Teruel hace una semana con una visita a Dinópolis que les gustó mucho. Estos han sido nuestros hitos veraniegos del 2011.
En la playa puede leerme por segunda vez un librito sobre adopción que me regaló mi primo Guillermo hará un año. Y me lo volveré a leer. Se titula "consejos de supervivencia para padres adoptivos". Leo todo lo que cae en mis manos sobre educación infantil, a ver si me da una pista de cómo orientar está cosa tan complicada de hacer de mis hijos seres felices. Como dicen mis alumnos, la teoría de esto está tirada, pero niña...pones unos casos prácticos....Yo leo y lo entiendo todo, me parece lógico lo que escriben sesudos psicólogos y expertos en educación infantil. Otra cosa es tener la calma suficiente en cada momento para actuar con mesura, no gritar al niño, mantener la consecuencia de un mal acto....Yo soy un manojo de nervios, y me cuesta una barbaridad pasar de la teoría a la práctica. En fin, sobreviviré, como lo han hecho millones de mamás en el mundo con críos iguales, mejores o peores que los mios, qué más da. Con niños, sin más. Eso si, confieso que tengo muchas ganas de que empiece el cole, aunque digan los libros que eso no se le puede decir a tus hijos. Pos nada, lo digo aquí, que no me oyen: ¡Qué ganas de que empiecen el cole¡
besicos
Mariajo