miércoles, 1 de agosto de 2012

Quererse

Hace unos días que hemos vuelto de pasar una semanita en la playa. Este año se lo han pasado pipa. Luna ya nada bastante suelta, y eso le da seguridad, y Lorenzo, aunque le falta un poco, también se ha sentido más cómodo en el mar, así qué las entradas al Mediterráneo han sido numerosas. El otro gran entretenimiento ha sido la arena. Chema calcula que han movido varios metros cúbicos entre castillos, murallas, torres y demás construcciones. Hasta hicimos la Sagrada Familia versión playera. Una tarde la dedicamos a ir a Barcelona, aprovechando que teníamos cita con un prestigioso médico, especialista en labio leporino. Visitamos La Pedrera porque Luna tiene un cuento, "el fantasma con asma" en el que salen las chimeneas de esta obra de Gaudí. Desde la azotea, entre las chimeneas se ve perfectamente la Sagrada Familia, así que luego copiarla en arena fue fácil. La visita al médico fue bien. Nos dijo que Lorenzo está bien operado, tiene buena movilidad del paladar pero le falta el suelo nasal y la columnela. A la espera de la visita en máxilofacial de la Seguridad Social, tenemos más o menos un año para decidir dónde operarlo para solucionar el problema. La impresión de este médico fue muy buena. Un hombre amable, dispuesto a explicar y que se nota que sabe de lo que habla. En fin, ya os iremos contando. Pero el título de la entrada es "quererse" y el real motivo por el que lo escribo es porque, pa variar, Lorenzo me ha sorprendido. Es la caña este crío mío. La cosa fué, que yendo camino a la playa, nos iba diciendo que nos quería a todos mucho: "quiero a papá, quiero a mamá, quiero a Luna...", hace una pausa y suelta: " y me quiero a mi mismo". Ole. Ahí está mi superviviente nato dando razones de porqué le es tan fácil adaptarse y ser feliz. Por que se quiere. Ole, ole y ole. Sigue así hijo, sigue así.
Feliz agosto¡¡¡
Mariajo

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