sábado, 4 de septiembre de 2010

El final del verano...llegó

Gracias a Dios, diría yo :-) Os cuento: hemos estado una semana en Málaga chupando playa como corresponde a una familia media española con dos críos de 4 años. Lo de irnos tan lejos responde a dos motivos, el primero, visitar a nuestros compañeros de adopción Antonio y Josefi, con los que compartimos emociones y buenos ratos en la primera visita a China. Nosotros volvimos con Luna y ellos con Celeste. Luego, como no es raro que ocurra, Josefi se quedó embarazada. Después de casi 4 años nos volvimos a ver y fue un verdadero gustazo comprobar lo preciosa que está Celeste, conocer a Héctor, el pequeño de la familia y charrar con Antonio y Josefi. Nos hemos prometido no tardar tanto en volver a vernos, a ver si lo conseguimos.
El segundo motivo fue el azar. Nos tocó Málaga en el sorteo de intercambio de vacaciones que hace la universidad. Eso supone alojamiento gratis en un Colegio Mayor, y la verdad es que estuvimos muy bien. Los críos asilvestrados, eso si. Tanto coche y tanta playa los puso a mil, pero hemos sobrevivido. Además, nada mas llegar, tuvimos que visitar el materno-infantil de Málaga porque Lorenzo tenía un oido por el que le salía literalmente moco...vamos, una otitis en toda regla. Eso supuso que los baños en la playa fueran con tapones y vigilando que no metiera la cabeza. Más o menos lo conseguimos, que aunque es un cabra loca, lo de meterse solo en el mar, pues como que no. Le va mas lo de acarrear arena. A ratos jugaron mucho con Luna. Eso de la construcción con cubo y pala une, mira por donde. Lo cierto es que ellos en la playa disfrutaron como enanos, lo de las visitas a la catedral, la alcazaba o el museo Picasso lo llevaron peor.
Ahora toca vuelta-comienzo de cole. Ya hemos conocido a la maestra de Lorenzo y nos ha dado muy buena impresión. Mientras hablábamos con ella, Luna y Lorenzo jugaron en la clase con todos los juguetes que había por ahí, así que ya tuvo clara la primera impresión, "el niño es movido", "no sabes cuanto" le dijimos. A ratos, agotador. El duo dinámico. Luna rozando lo insoportable, moñas perdida, caprichosa y llorona, por suerte no a full time, pero cuando le da, le da fuerte. Lorenzo pregunta por qué TODO EL RATO, lo que resulta gracioso, porque la mitad de las veces no puede entender el por qué, ni por edad, ni por conocimiento del idioma. Claro, de gracioso pasa a ser desquiciante. Y no para. Ayer estuvimos comprándoles equipamiento para el cole y en las tiendas es una verdadera cruzada lograr que se medio comporte, y encima su hermana, que siempre se ha portado bastante bien en estas lides, como mujer que es, ahora lo imita y terminamos su padre y yo catatónicos. En fin, ahora entendéis que ponga eso de que el final del verano llegó....gracias a Dios. Tenemos ganas de cole, pa que mentir. Y miedo de cómo se lo tomará Lorenzo. Creemos que bien, pero es una caja de sorpresas, todo es posible.
El jueves empezó a recordar chino. Conseguimos que la mujer del dueño de un restaurante chino se quede con él un par de horas a la semana. La idea es que no pierda el idioma. Bueno, pues nuestro dragón no le dice ni mú en chino. Nada de nada. Le contesta en español, si sabe, y si no, con gestos. Supongo que en su cabeza será difícil encajar esta vuelta a sus orígenes..."si estoy en España y queréis que hable español, ¿a qué viene ahora esto de volver al chino"...Difícil explicarle que es bueno que no pierda su idioma materno, que eso le permitirá si lo desea, volver a China cuando sea mayor y entender su historia de mejor manera, algo que a Luna le será más difícil, por mucho que vaya a clases de chino.
Bueno...ya os iré contando cómo va la semana con la vuelta al cole. Prometo fotos, a ver si Chema me las pasa, que el que lleva imagen y sonido en casa es el.
Un besico a todos y feliz vuelta a la normalidad.