lunes, 27 de diciembre de 2010

Espíritu navideño


Mientras Luna pregunta por qué es Navidad y no nieva, Lorenzo mezcla "San Martín" (fueron las fiestas hace poco) y "Navidáaaaaa" como gritos de guerra. El chaval lleva una empanada de fiestas que no se aclara. Normal, por otra parte. Para el día 1 de noviembre, casi nos deja sin aliento cuando enganchó una cruz de una lapida y trató de sacarla al grito de "espadaaaaaaa". Por suerte el niño es claramente chino y los adultos que lo rodeaban pusieron cara de "pobrecillo..un salvaje por convertir" :-) Ahora con esto de Papá Noel y los Reyes anda despistado. Nosotros no solemos poner regalos para Papá Noel. No me cae simpático, qué le voy a hacer. Esa mezcla de santo y habilidad publicitaria de la Coca Cola no me llega a emocionar, así que decidimos ponerles un regalito, sólo uno, en el árbol que tenemos en el descansillo de la puerta. Para Luna, cesta de picnic, para Lorenzo, tractor con remolque. Luna, que ya sabía de qué iba el tema, salió como una exhalación cuando le dije que había oido algo fuera. Lorenzo la siguió, pero no muy convencido. Y mira que se lo había explicado. Pero a veces es como si entendiese las palabras pero no su total significado. Cuando vió los paquetes...no sabía qué hacer. Luna se lanzó a por ellos, leyó su nombre y le dió el suyo a Lorenzo. Éxito total. Y hoy me preguntaba que si esta noche venían los Reyes. Empanao el pobre, pero del todo.

Ayer también me decía que si mañana nos ibamos a China. Todavía se iría. De hecho lo dice de vez en cuando. Ahora habla bastante de sus padres de acogida, son "mamá china y papá china". Nos cuenta que su mamá china no tenía lavadora (pobre mujer, teniendo en cuenta lo que llega a enguarrarse este crío) que su papá china tenía bici, y moto y lo llevaba en ésta última en la parte de delante. Que jugaban al ajedrez, a las cartas, a todo lo que se pusiera por delante. Y su abuela también. Cuando dice que quiere volver a China, yo le digo que si se va ahora, papá y mamá no pueden quedarse allí, y entonces dice que no, que no va. Yo le digo que iremos cuando sea un poco más mayor. Y se conforma. Pero sólo eso. Se conforma.

Hace unos días lo vió la logopeda de atención temprana, y de momento nos dice que no necesita apoyo ninguno, que va muy rápido teniendo en cuenta su patología. Yo veo que avanza en su vocabulario muy rápido, y eso le ayuda a contarnos cosas de su familia de acogida. Aunque a veces resulta doloroso oírle, también es bueno que vaya contando, que no lo guarde, es mejor verbalizarlo pese a que a nosotros, especialmente a mi, me resulte difícil. Pero esto es más inseguridad mía que problema del crío. Lorenzo no tiene problema, o al menos, si lo tiene, lo disimula de cine.

Hace un par de días, va el tío y me suelta "mamá, te quiero mucho, pero mucho mucho", y yo le digo "como la trucha al trucho" y asiente. A mí, obviamente, se me hace el culo pepsicola :-) Yo le digo eso de la trucha todas las noches, así que me encantó que a su bola, cuando le apeteció me lo soltara. Qué salao.

Luna además, se está volviendo mucho más cariñosa. Nunca hasta ahora me había dicho que me quería, así, sin más, y ya sabéis los que la conocéis que lo de los besos y que la toquen lo lleva mal. En cambio ahora busca que le abrace y pide besicos. Vamos, lo nunca visto. Le ha sentado bien tener al bestia parda de hermano, sin lugar a dudas.

Prometo contar más cosicas pasada la nochevieja y en la antesala de Reyes. De paso os deseo un 2011 con mucha salud y muchas alegrías.

Un abrazo enorme¡¡¡¡