miércoles, 6 de abril de 2011

Curso para bautizar


Pozí, resulta que ahora hay que hacer un curso para bautizar a los niños. Bueno, el que algo quiere, algo le cuesta. Mi madre (hola mamá) me perseguía discretamente recordándome que el niño no está bautizado. No me preocupa en absoluto eso del limbo, pero me apetecía celebrar con la familia la llegada de Lorenzo. No será multitudinario como cuando Luna. Lo de Luna, fue más que un bautizo, una celebración de vida y un momento para agradecer a muchas personas, familia y amigos, su preocupación por nosotros y sus buenos deseos tanto para Lucas como para Luna. Ahora nos juntaremos los justos y pasaremos un día agradable.

Supongo que cada padre y madre tiene sus motivaciones para bautizar a un hijo. En mi caso, quiero darle las gracias a Dios por poner a Lorenzo en nuestro camino. Pese a mis crisis de fe, Dios vuelve a rondarme. Tengo que reconocer que es tozudo, porque intento escaparme y no me deja. Siempre es sutil. Siempre está allí.

Cuando el cura nos dijo que teníamos que hacer el curso, a Chema le entraron los siete males, así que me presenté voluntaria para asistir a las tres sesiones de una hora de las que constaba. Me ha gustado la Iglesia que me han enseñado...incluso sorprendido, cuando el cura hablaba de las barbaridades cometidas por sacerdotes como el, o los catequistas de que el amor mueve el mundo. Había parejas muy diversas, una ecuatoriana, otra formada por una argentina y un salmantino, una pareja de Zaragoza, otra por española y cubano....y algunas mujeres nacionales sin su media naranja, entre las que me encontraba yo, esgrimiendo la excusa del trabajo o los niños. En fin, prueba superada. De nuevo Dios me ha rondado, y se lo agradezco. Dentro de la flexibilidad con la que creo en El, en el fondo, me gusta que me de un toque de vez en cuando.

El día 5 de junio, víspera del quinto cumpleaños de Lorenzo, el cura (si puede) echará agua bendita sobre mi hijete, lo que le convertirá en miembro de pleno derecho de la Iglesia. Una Iglesia que tendrá que espabilar si no quiere perder su masa crítica: la de la gente "normal" que huye despavorida cuando le piden participar....después de siglos de no dejarle más que escuchar.

Besitos a tutiplen.

Mariajo