Os juro que lo del mercado de las imitaciones es para gente con valor. Yo no valgo. Cinco pisos llenos de minipuestos con miles de chinos hablándote en todos los idiomas posibles, inglés, francés, italiano, español….da igual. Te hacen un vistazo de dos milisegundos para intentar acertar con el idioma, con esta pinta guiri que tengo les despisto un poco, con Chema se confunden menos…y ala…al tenderete…”guapa guapa, muy balato, mila mila…” Dicen que del precio que te ofrecen tienes que partir en el regateo de la tercera parte, y casi te da vergüenza, pero eso se te pasa rápido porque tienen un morroooooooo. Un teatro que ni Lope de Vega, de verdad que son la monda…”you kill me” te dicen los puñeteros exageraos si pones un precio muy bajo en la calculadora… Os aseguro que China se nos va a devorar en dos días, con comerciantes así, no hay nada que hacer jajajaja.
Bueno, la cosa es que a las tres de la tarde nos hemos vuelto para el hotel agotados de tanto kill me y tanta calculadora. Los críos se han medio comportado, entre otras cosas porque son tan listos los del susodicho mercado que los entretienen los de otros puestos para que puedas atender a la compra y no te despistes. Hemos vuelto con pocas perricas en el monedero y ha caído siesta larga. Tras un pequeño paseo hemos cenado hace un rato y los críos a la cama, pero Lorenzo me temo que está cayendo malo, tenía febrícula y anda con mocos…a ver cómo transcurre la noche, pero los ojetes brillantes me temo que me anuncian subidón a media noche. En fin, ya veremos. Traemos apiretal, dalsy, augmentine, pectox y toseina, así que Olga, no te extrañe que te hagamos consulta a distancia según como lo veamos. Si tuviese mucha fiebre pediremos ver al pediatra. La tarde la ha pasado bien, de hecho lo ha notado caliente Chema en el paseo, cuando lo ha cogido para llevarlo a gigantón, que le encanta. Luna lleva varios días tosiendo, pero de ahí no pasa…tosiendo y montando titis, que es una experta. Madreeee, qué malos son los celosssss. Lorenzo sigue de vacaciones, excepto cuando duerme, donde van saliendo sus penas. Sueña, lloriquea, se queja y suda muchísimo. Supongo que es por eso que se ha enfriado, por eso y por el aire acondicionado sumado al bofetón de calor cuando sales a la calle.
Me gusta mucho cuando al dormir se me queda mirando serio serio, como pensando, ¿estarás tu mañana o estará otra?, y yo le digo, “hasta mañana Lorenzo” y ahora que me deja, le doy un beso.
Mañana toca Plaza de Tiannanmen y Ciudad Prohibida. Seguiremos informando.
Besos grandes orondos y naranjas
