Lorenzo, su primera boda

Lo prometido es deuda...aquí va el relato de la primera boda a la que ha asistido Lorenzo, la de mi sobrino Juanjo y su novia Ana. Mi prima Encarna, madre del susodicho, tenía unas ganas enormes de conocerlo, y dicho y hecho. Ahí que nos plantamos los cuatro junto a la abuela Enriqueta para disfrutar el evento y de Tarragona, ciudad en la que se casaban. Lo primero fue explicarle qué era eso de una boda. A base de fotos parece que entendió lo básico, una chica de blanco y mucha gente. Lo que pispó enseguida era lo de que eso conllevaba "fiesta". El lo dice con tono alegre..."fiestaaaaaaaaaaaaaaaaa" e incluso da palmas. Miedo me da con 15 años, miedo miedito. A Luna esto de la boda ya no le iba de nuevo, así que encantada de estrenar vestido y de bailotear. Lorenzo también estrenaba ropa, muchísmo guapo estaba, hasta que el canguro de los niños sacó los maquillajes y lo pintó de gato...y la camisa terminó de 20 colores. No comió casi, pero se lo pasó pipa. Corrió, subió y bajo 20 veces, bailó y se cansó. Lo increible, lo llevamos dormido al hotel, lo desvestimos, le pusimos el pijama y ni se canteó. Por fin lo vimos derrotado¡¡¡ Al día siguiente siguió con su derroche de energía en casa de Encarna. Dió 20.000 vueltas al jardín montado en el andador de su sobrina (si, si...sobrina) Pilar, de tres añitos. Jugó con los otros críos y de nuevo se lo pasó estupendamente...es un crío que se lo sabe pasar bien. Eso sí, en el coche a la vuelta lo hubiera atado al capó pa no oirlo. Se cansaba de coche pero no se dormía..y dió una murga..... Luna lleva mejor los viajes, se entretiene viendo el paisaje, o una peli, o charrando...pero este pequeño es un cansino de cuidado.

El día 11 ya en Huesca, tuvimos la visita de Montse-Javier y su prole. Compartimos el viaje a por nuestras hijas cuando adoptamos a Luna. Su Dora y nuestra Luna son de la misma ciudad, Tonggu, y se llevan sólo un mes de edad, Luna es de noviembre y Dora de diciembre. Siempre es un gustazo verlos y charrar un rato. El tiempo pasa, e Ignasi, que era un crío de tres años, y Sergi que tendría 8 o 9, están mayores...y me asombra recordar lo bien que llevaron el viaje a por su hermana y lo bien que la recibieron y la cuidaron....y la cuidan. Dora está preciosa. Las dos están preciosas....vemos las fotos de entonces y parece que no haya pasado tanto tiempo. Pero ya han pasado 4 años. Cuatro intensos años.

Besitossssssssss

Mariajo