martes, 16 de septiembre de 2014

Yo no me siento con chinos

Hace unos días, en una celebración familiar, me ocurrió lo que os voy a contar. Os pongo en situación: mesa de unos 15 niños y niñas que no se conocen entre si y que tienen que comer juntos.  Un niño de unos 6-7 años ya sentado ve correr a mi hijo hacia la mesa y dice: "Yo no me siento a comer con chinos".  Luna todavía no había llegado a la mesa, así que el comentario iba dirigido a Lorenzo. Esto es curioso porque Luna no genera el rechazo que si provoca Lorenzo. Tal vez hay tantas niñas chinas que ya se considera "normal" su presencia, pero niños chinos hay muchos menos. Yo estaba en frente del niño en cuestión, así que contuve mi transformación a modo "increible Hulk" y le dije: "el niño se llama Lorenzo, es chino y es mi hijo. ¿Algún problema?" El niño, obviamente no respiró.  Pero aquí estoy todavía enganchada a semejante frase...salida de la inocente boquita de un crío que no levantaba cuatro palmos del suelo. Da que pensar, ¿verdad? Como es normal, Lorenzo terminó jugando con el resto de críos tan feliz, al igual que Luna, porque no escuchó la bordería. Y el niño en cuestión, curiosamente, no se unió al grupo y estuvo todo el tiempo solo, sin jugar con nadie. Al final, sentí lástima por el.
Y sentí lástima por sus padres, y por el mundo en el que probablemente está creciendo este niño, clasista y lleno de prejuicios. Ojo...todos tenemos prejuicios, pero que un chavalin de esa edad los tenga, me parece tremendo. Nuestros niños vivirán un mundo de pieles de colores, porque las distancias son cada vez menores, el movimiento de personas cada vez mayor y por tanto la diversidad que ya vivimos tenderá a estar multiplicada por 10. Quien se crea mejor que el resto, que se lo haga mirar. Porque igual ese niño termina trabajando para un chino, compartiendo despacho con un argelino y con una esposa somalí. Por decir algo. O no. Termina solo y amargado, trabajando para un chino, compartiendo despacho con un argelino, sin esposa somalí, igual que jugaba solo, por que le educaron en la fe ciega de que el blanco es el mejor color.

:-(

Mariajo

3 comentarios:

Opiniones incorrectas dijo...

Muy pequeño lo veo para ser tan bicho. Como bien dices, los prejuicios son cosa de los adultos, ¿pero un moco de 6 años? A saber qué basura escuchará en casa...
Hiciste bien en salir como una leona.

18+2

Guillermo dijo...

Los niños , y más a esa edad..., repiten lo que oyen o ven en sus casas... Lástima por él porque cuando sus padres se aperciban qué es lo que le han enseñado sufrirán (o creo pensar que lo harán...)haberlo hecho.
Lorenzo ¡eres un fenómeno!. Un besazo.

Mariajo dijo...

Lorenzo es un fenómeno...SIN DUDA¡¡¡
Besicos¡¡¡
Mariajo